INGENIERO VIAL HÉCTOR PAZ, VICEDECANO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS
Y TECNOLOGÍAS DE LA UNSE
“La cuestión actitudinal suele ser más importante que las habilidades y las destrezas”
Quienes lo conocen coinciden en que su trato cordial y respetuoso suma a su fuerte vocación docente. Sin dudas, cualidades que actualmente escasean, pero que retratan de algún modo la forma en que se dirige por la vida.
El Ingeniero Héctor Paz, Vicedecano de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnologías de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE) advierte que la actitud es un aspecto importante que ayuda a delinear el futuro profesional y personal, principalmente en disciplinas como las ingenierías. También analiza la vocación, mientras recuerda las lecciones de vida que dejaron sus profesores de la secundaria.
-¿Cómo elige su profesión? Es decir, ¿cuándo lo atrapa, cuándo lo sorprende la ingeniería vial?
-Uno, dentro de su desarrollo educativo, suele ir buscando la vocación. Remarco “ir buscando” porque siempre desde la adolescencia generalmente uno manifiesta muchas veces la carrera por seguir, a través de la familia, de los padres, va buscando con los amigos, con los compañeros qué carrera tal vez sea la que uno sueña recorrer. Van incorporándose distintos elementos que definirán la vocación profesional. Dentro de esos elementos influyen muchas cosas. Una de ellas es una aptitud hacia una determinada ciencia. En mi caso surgió esta vocación porque tenía ciertas habilidades y destrezas en el área de la Matemática. Entonces, uno la manifiesta desde chico, desde la escuela primaria, en la secundaria. Por lo tanto, más que la aptitud en sí o las habilidades, era el gusto que uno tenía por resolver tal vez problemas de matemática, más allá de que lo hiciera bien o mal.
-Despertaba curiosidad tal vez…
-Ese es un aspecto interesantísimo: la curiosidad, porque realmente uno tiene que tener un espíritu de búsqueda, tiene que tener un espíritu donde en primer lugar es sorprendido por un problema, tiene el interés de develar el secreto que el problema tiene, porque todo problema tiene internamente un secreto que llama a la persona justamente a desocultarlo, tal vez a buscar las distintas maneras de entrar en esa cosa medio oculta que contiene el problema y descubrir. Ese es el sentido. Entonces, el asombro: primero nos tiene que impactar, nos tiene que gustar y después el interés, luego viene esa inquietud de querer conocer, la curiosidad. Ese es un espíritu. No solamente tiene que ver la aptitud, las habilidades, las destrezas que uno manifiesta en un campo porque muchos pueden tenerla, sino el interés, la inquietud. Creo que en mi caso contaba más la curiosidad, el interés, la inquietud, que las habilidades que tal vez disponía. Pero, muchas veces, cuando uno tiene una actitud importante, o sea hacia un determinado tema, cosa o problema, la actitud, la cuestión actitudinal suele ser más importante que las habilidades y destrezas, que las capacidades.
-Regresemos al tema de la vocación…
-Vocación es un llamado. Etimológicamente no es lo que uno elige. En el latín, vocare significa llamado. O sea, no se trata de una elección, sino que uno ya viene llamado para determinadas cosas.
-Es algo más espiritual.
-Efectivamente. Realmente es algo que uno no termina de comprender muchas veces por qué elige o por qué termina una carrera. Hago la diferencia entre elegir y terminar una carrera porque en ocasiones entre los componentes que se van añadiendo para la incorporación en una disciplina determinada se encuentra la influencia familiar. Es decir, lo que los padres pretenden que sus hijos sean, lo cual genera una influencia. La vocación muchas veces tiene que ver con lo que uno elige, pero después hay algo que nos atrapa, hay algo que nos llama y que nos dice este es tu camino. Eso es lo misterioso, algo que uno no termina de comprender. Recuerdo que en la Escuela Industrial teníamos grandes profesores. Rememoro particularmente a uno de los maestros más importantes como el profesor Plinio Pilán Iglesias, figura que marcó en la adolescencia, una etapa en la que muchas veces uno se apega a los valores, a los ideales. El supo transmitirnos valores e ideales, no solamente para dibujar una lámina, sino para proceder en nuestras vidas. El decía: `hay una única manera de hacer las cosas, hay que hacerlas bien´. Como ejemplo de esto recuerdo que usábamos un lápiz número 2 (HB) que era para dibujo técnico y la punta debía estar perfectamente afilada. O sea, era todo un arte sacar la punta al lápiz y teníamos que mirarlo y tenía que ser un perfecto cono, si no estaba perfecto venía él, nos llamaba la atención y debíamos quebrar la punta, y teníamos que volver a sacarla. Entonces, eso se fue incorporando en mí: la prolijidad, la limpieza, el método estricto. Y recuerdo que sacaba notas muy buenas, y eso se trasladó aquí a la universidad. Uno ya adquiere en la Escuela Industrial una habilidad para el dibujo, manejo de la regla T, los lápices, las escuadras, trazar paralelas, dibujar a mano alzada. Descubro aquí una vocación hacia la docencia, para transmitir todo lo aprendido en mi escuela secundaria. Después de cursar las asignaturas Dibujo y geometría descriptiva y Dibujo y geometría proyectiva, decido concursar como Ayudante Estudiantil. En ese entonces, era el jefe de cátedra un ingeniero que fue vice-rector aquí en la UNSE, el ingeniero José Gisbert. El ingeniero Gisbert también fue una de esas personas que marcan un estilo, de una gran sabiduría, era ingeniero civil y agrimensor. Entonces, también con esa postura de que a las cosas hay que hacerlas bien y hay que saberlas, y más que todo él trataba de llevarnos siempre hacia el campo del conocimiento. El me decía ´esto es así..., bueno..., por qué…, vamos a ver qué dice la teoría´ y desarrollaba toda la teoría para poder llegar a esa lámina o a ese ejercicio resuelto en la lámina que tenía.
SOBRE LAS CIENCIAS LLAMADAS DURAS
-Con respecto a la discusión sobre las disciplinas pertenecientes a las ciencias denominadas comúnmente duras, suele observarse que en el cuarto año de este tipo de carreras los alumnos demandan una formación más humanística que técnica que les permita trabajar en el futuro de manera interdisciplinaria.
-Así es. Esto me lo dijo también el anterior vicedecano de nuestra Facultad, el ingeniero Rafael Martilotti, quien tuvo un proceso inverso al mío. Dialogando un día con el ingeniero Martilotti me dijo que él era licenciado en Filosofía y que después se dedicó a la ingeniería. Y en esa oportunidad me dijo: ´Estás siguiendo un proceso inverso al que yo he sufrido, pero te entiendo perfectamente´.
-Pero al que todos llegan.
-Exacto. Se trata de cubrir esa otra parte que no otorga generalmente la formación en las ciencias exactas y en las tecnologías. Es la vocación humanística de toda persona.
-Es la esencia…
-Es la esencia. Y muchos la concretan a través de otras áreas como las artes. Nosotros tenemos ingenieros que son historiadores, o al menos historiadores de hecho que se dedican después a auscultar la historia; otros al arte, tenemos ingenieros que son artistas plásticos, ingenieros que son poetas; ingenieros músicos; ingenieros que se dedican a lo social, ingenieros-sociólogos los llamo; ingenieros-políticos. O sea que, en esa gran división entre las ciencias que hace otro gran epistemólogo argentino que vive en Canadá que es Mario Bunge, quien prácticamente divide estas ciencias en ciencias formales y fácticas, y dentro de las fácticas las humanidades, es decir como si quedara pendiente en nosotros la cuestión de las humanidades. Incursionamos en las ciencias experimentales, la física por ejemplo, la química, la propia ingeniería que se basa en esto y dejamos de lado el plano de las ciencias humanas, de las humanidades. El profesor doctor en Filosofía Jorge Benjamín Estrella planteaba un debate entre las ciencias experimentales y las humanidades, descubriendo las llamadas ciencias de frontera que interrelacionan ambas. Yo le decía que muchas veces hay estudiosos del área de las ciencias que son reacios a dividir entre ciencias duras y ciencias blandas, ya que la legitimidad de los procesos científicos los impone cada una de las disciplinas científicas de que se trate. Y este debate lo planteó muy bien el profesor Estrella en su proyecto de investigación donde yo estaba trabajando, y la investigación trataba básicamente sobre las ciencias actuales de frontera: estado actual de la discusión; porque él decía que las humanidades en general se encuentran en un proceso donde van avanzando hacia campos que los liga muy estrechamente con las ciencias llamadas duras. Poseo todavía artículos guardados escritos por el doctor Estrella donde decía que hoy en día se puede hablar de ciencias de frontera que están entre las llamadas ciencias duras y blandas. Entonces, desde esta perspectiva hay algunos a los que hoy les disgusta tal vez esa división que tradicionalmente se ha hecho entre las ciencias duras y blandas. Entonces buscan un punto de conciliación y el doctor Estrella decía ´aquí está el meollo de la cuestión´. Por ejemplo, yo trabajé un tema que es la lógica desde la lógica aristotélica, es decir como viene sucediéndose la historia de la lógica, hasta llegar a la actualidad. O sea, de una lógica plenamente filosófica, pasando por una lógica matemática luego y llegando hoy en día a lo que es la lógica informática, y prácticamente hacia una lógica tecnológica, que es el campo de las lógicas difusas. Es decir, hay todo un camino que se hizo desde la lógica filosófica, lógica aristotélica, lógica matemática que trabaja con entes ideales o pensamientos. Hoy en día cualquier objeto tecnológico como por ejemplo un electrodoméstico, un ordenador, un celular o cuando se enciende el televisor sin saberlo estamos utilizando una tecnología basada en lógica difusa. Entonces, más allá de eso, del estado de discusión de las ciencias de frontera y yendo un poco a lo que antes decíamos de las ciencias duras y las ciencias blandas, me he dado cuenta de que, los que estábamos en las ciencias llamadas duras, siempre hemos buscado esa otra faceta de las humanidades.
-Se trata de una especie de conexión a lo más humano.
-Efectivamente. Como decimos, el cable a tierra, porque uno vive desprovisto de la esencia muchas veces. O sea, vive inmerso en la cuestión práctica. Las humanidades vienen a complementar o completar nuestra esencia humana. Muchas veces nos movemos en lo técnico, en lo tecnológico, como si el mundo fuera ese. O sea que hacemos un recorte de la realidad, tal vez muy parcializado y esto nos hace incompletos. Por lo tanto, desembocamos en la búsqueda, vuelve el llamado de nuestra esencia que es humana por supuesto, y encontramos por ejemplo dentro de nuestra universidad a ingenieros que se dedican a la literatura, a la plástica, a la pintura; ingenieros que se dedican a la historia, ingenieros que se dedican al trabajo social, ingenieros como yo con afinidad a la filosofía; ahora tenemos muchos ingenieros que se dedican a la pedagogía. Entonces, vemos que esto es algo que uno lo piensa y dice ´siendo ingeniero voy a seguir una carrera de filosofía o de pedagogía´, por ejemplo.
-Pero es importante ingeniero que esa visión, esa descripción de cómo Usted va acercándose a la profesión y lo que descubre, y la necesidad de conectarse con lo humano se transmita, se traslade, y de algún modo eche por tierra ese preconcepto que todos tenemos de la gente que elige este tipo de carreras, y de las ciencias duras en particular.
-Exactamente. Nuestra mayor virtud debe estar en la predisposición al conocimiento en primer lugar y en atrevernos a incursionar en campos que tal vez no lo habíamos pensado. Por tal motivo, hago mención al origen de la palabra vocación como llamado. Es decir, no se trata en gran medida de lo que uno elige, sino lo que a uno lo atrae a seguir cierto camino”. Eso significa que los ingenieros no somos tan estructurados como se piensa, poseemos al igual que todos, aspectos relacionados con las humanidades que tal vez por nuestra formación no desarrollamos en la plenitud, pero que en un cierto momento de nuestras vidas hacen un click y nos despierta esa vocación por lo humano.
CARRERA DE VIDA
Realizó sus estudios secundarios en la ENET Nº2 “Ingeniero Santiago Maradona”, donde obtuvo el título de Maestro Mayor de Obras. Cursó los estudios terciarios en el Instituto Superior del Profesorado Provincial Nº1, donde se recibió de Profesor en Filosofía y Pedagogía.
Sus estudios universitarios los efectuó en la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnológicas de la UNSE, donde obtuvo el título de Ingeniero Vial. Como docente en el Nivel Medio impartió clases en el Colegio Nacional Absalón Rojas, la ENET Nº2 “Ingeniero Santiago Maradona” y en el Instituto Nuestra Señora de Lourdes, El Cruce, La Banda.
En el Nivel Terciario se desempeñó como docente en el Instituto Don Orione, de Chaco; en el Instituto Superior del Profesorado Provincial Nº6; en el Instituto Integral de Educación Permanente, y en el Instituto Católico de Estudios Superiores. Como docente universitario ejerce en la UNSE y ejerció en la UCSE y dicta las asignaturas Vías de Comunicación I, Caminos I, Ingeniería de Transporte, Impacto Ambiental en Obras Viales, Didáctica de la Matemática y Epistemología de la Matemática.
Cargos de gestión: fue Rector de Nivel Medio en el Instituto Nuestra Señora de Lourdes, Director Alterno del Departamento Académico de Obras Viales, Secretario Académico de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnológicas de la UNSE y actualmente Vice-decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnológicas de la UNSE y Coordinador General del Ciclo Común de Articulación en Carreras de Ingeniería del NOA (CCA-NOA), generado en el marco del Grupo de doce Universidades Nacionales del Norte Grande Argentino.
Grupo de Universidades Nacionales del Norte Grande Argentino
Parte de su tarea intensa como Coordinador del Ciclo Común de Articulación en Carreras de Ingeniería (CCA) del NOA:
. 23 de febrero de 2007: en reunión realizada en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Jujuy, el Consejo de Decanos de Ingeniería del NOA (CODINOA) resolvió continuar con las acciones propuestas en el Ciclo Común de Articulación de las Universidades Nacionales de la región Noroeste (CCA-NOA), teniendo en cuenta los avances obtenidos a través del mismo en cuanto a la homogeneización de planes de estudios, la conformación de una Red Académica en asignaturas de Ciencias Básicas, entre otros, además de los compromisos asumidos en los respectivos PROMEI o Proyecto de Mejoramiento de la Enseñanza de la Ingeniería.
. Los Decanos del NOA decidieron conformar una nueva estructura organizativa con una Coordinación General del CCA-NOA a cargo del Ingeniero Héctor Paz de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnológicas de la Universidad Nacional de Santiago del Estero y como representantes de cada una de las Facultades al Licenciado Hugo Dip de la Universidad Nacional de Catamarca, Licenciada Marita Oliver de la Universidad Nacional de Tucumán, Ingeniera María Ceballos de la Universidad Nacional de Salta y la Licenciada Ana Laserre de la Universidad Nacional de Jujuy.
. Se acordó la participación de los representantes del Ciclo Común de Articulación de las Universidades Nacionales de la región Noroeste (CCA-NOA) en el Taller de Competencias (invitación realizada por los Rectores del Grupo de Universidades Nacionales del Norte Grande Argentino) efectuado en la Universidad Nacional de Tucumán el 13 de abril de 2007.
Un proyecto presentado por la Dirección General de Obras de la Secretaría de Planeamiento Universitario del Rectorado de la UNSE, ante la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación (SPU), permite que en nuestra casa de estudios se realice un importante trabajo consistente en la colocación de una escalera de emergencia en el Paraninfo, que facilitará la salida de personas que se encuentren presentes en el lugar en caso de un siniestro.
